Parece que la sociedad cada vez se encuentra más sensibilizada frente a las agresiones sexuales contra las mujeres. Pero está siendo un largo y duro trabajo en el que están quedando todavía muchas por el camino. Agredidas, ignoradas, insultadas, no creídas y en algunos países marginadas, es el escenario de un realidad muy amarga que se nos sigue atragantando y contra la que hay que movilizarse juntos.
Amnistía Internacional tiene hace unos meses en marcha la campaña “No consiento” en la que demanda que se aborde el tema sin obstáculos para las víctimas de violencia sexual. Una mujer que ha sufrido una violación, si además es ignorada o tomada por mentirosa, queda victimizada por segunda vez. Añade la organización: “Sufrir una violación es algo que ninguna mujer debería vivir. Pero el trauma no acaba aquí. Continua cuando los prejuicios, los estereotipos y la violencia institucional se ceba con ellas. Un camino lleno de piedras en el que al final, muchas víctimas son tratadas como culpables”.
El objetivo de esta campaña es crear servicios especializados como teléfonos de atención las 24 horas del día, los 365 días del año, y centros especializados en violencia sexual; formar y sensibilizar a todos los profesionales que están en contacto con las víctimas; reformar todo lo referente a los delitos sexuales en el Código Penal para garantizar la autonomía sexual y el consentimiento libremente otorgado; facilitar asistencia letrada gratuita e inmediata a las víctimas; recopilar datos que permitan dimensionar este problema.
Ir a la campaña: Amnistía Internacional
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