Zoe Weinberg (The New York Times)
Se acerca el metaverso. Solía ser una fantasía de ciencia ficción, en especial en la novela de Neal Stephenson Snow Crash, de un amplio universo virtual que existía en paralelo al mundo físico. Pero los avances tecnológicos han acercado lo suficiente esta transformación de la sociedad humana como para obligarnos a empezar a considerar sus consecuencias.
En el metaverso, un usuario puede diseñar un avatar digital, como si fuera un personaje de videojuego. A través de los ojos de su avatar, podría experimentar una realidad digital tan activa y atractiva como la física. Algunos futuristas creen que en poco tiempo podremos asistir a consultas médicas o a clases allí.
Pero, si bien el metaverso podría revolucionar el trabajo y el esparcimiento, es fundamental permanecer atentos a los peligros que surgirán si llega a subsumir la cotidianidad.
Los entornos virtuales potenciarán las campañas de desinformación, espionaje y vigilancia. Las luchas por el control de la infraestructura física del metaverso bien podrían agravar los conflictos globales. Además, la naturaleza […]
Artículo completo: The New York Times
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