La imagen corresponde a la protesta llevada a cabo en las calles de Hamburgo el pasado 5 de julio con motivo de la cumbre del G20. En una performance bien parecida a una de las escenas de The Walking Dead unos mil actores y actrices quisieron llamar la atención de viandantes y medios de comunicación de todo el mundo sobre la pasividad ciudadana ante las decisiones que adoptan los poderes que dominan el mundo y se reúnen en dichas cumbres.
Durante dos horas los zombies caminaron por la zona céntrica de la ciudad alemana embadurnados de arcilla gris de la que se despojaron al final de la representación. Los colores llamativos empezaron a surgir de debajo de la ropa y los participantes empezaron a demostrar su alegría conforme iban siendo conscientes de sus situación de dominación. Uno de los congregados señaló que el cambio debía provenir de la ciudadanía. «Nuestra campaña es en representación de muchas personas alrededor del mundo que no están dispuestos a tolerar ni un minuto más el impacto destructivo del capitalismo» decía el comunicado final.
Esta representación bien puede ser la gran metáfora del mundo desarrollado de este siglo. Con una ciudadanía desmovilizada ante las injusticias que se cometen a su alrededor. Con una ciudadanía callada frente a gobiernos, instituciones y grandes multinacionales que deciden el futuro de nuestro planeta en un “tablero de ajedrez”. Con una ciudadanía ciega, sorda y muda que camina sin un rumbo y sin preguntarse el por qué de muchas cosas. Con una ciudadanía que mayoritariamente huye de la participación activa y solidaria y posee una visión excesivamente individualista.
Fijaos, a ver si también veis –u os sentís– zombies alguna vez. Las ciudades de Europa están repletas de zombies que suben y bajan las escaleras mecánicas de los centros comerciales, muchos de ellos pueblan cada fin de semana las gradas de los campos de fútbol de primera división emitiendo improperios a diestro y siniestro, otros planifican vacaciones en las que deambulan masivamente por las calles de los lugares más turísticos haciéndose selfies, hay millones que colapsan las carreteras generando kilométricas colas de vehículos… Yo me siento zombi más de una vez.
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