Manuel Vázquez Montalbán tendría hoy 79 años, pero un infarto agudo de miocardio se lo llevó un 18 de octubre de hace ahora quince en el dispensario del aeropuerto internacional de Bangkok. A pesar de llevar colocados cuatro bypass desde hacía años, no había suavizado su frenético ritmo de vida. En ese momento, volvía de Australia de ofrecer varias conferencias. El forofo a ultranza del Barça, que logró dibujar y narrar el sentido de este club y de su trascendencia extradeportiva en toda Catalunya, se había marchado de golpe y el impacto en el mundo de las letras fue duro. Además de haber recibido distintos galardones (Premio Nacional de Literatura, Premio Planeta, Premio Internacional de Literatura Policiaca y Premio Nacional de las Letras), su trayectoria quedará íntimamente unida al personaje de Pepe Carvalho. Aquel fatídico día, mientras viajaba por los cielos de Asia, corregía las galeradas de su última novela, Milenio, que fueron recibidas días más tarde en Barcelona por su mujer e hijo, junto al cuerpo de su autor.
Aunque el escritor parece que tuvo el capricho de morir en la capital, escenario de su obra, Los pájaros de Bangkok, Vázquez Montalbán era más que novela policiaca. Y por ello lo traemos a colación en esta breve columna. Para los que nos dedicamos durante los años del paso del milenio a hablar, estudiar y escribir sobre los defectos del fenómeno de la globalización capitalista, el escritor barcelonés era uno de nuestros referentes ideológicos. Junto a Pérez Esquivel, Saramago, Chomsky, Ramonet, Galeano… formaron un grupo potente que nos invitaban a pensar y a no conformarnos con lo que había llegado. Se convirtieron en las voces de los foros sociales de Porto Alegre y aportaban incansables dosis de esperanza.
En el caso de Vázquez Montalbán, por su condición de periodista, denunció durante décadas el poder de los grandes grupos de comunicación y la creación de monopolios informativos en torno a los cuales se genera una opinión que domina y conduce a la opinión pública. Recuerdo como si fuera hoy una de sus columnas criticando la muerte a manos de la policía de un manifestante antiglobalización en la cumbre del G-8 en Génova en 2001: “los enemigos del hombre y del alma del siglo XXI son los que ponen sobre la mesa los millones de cadáveres y de desastres del sistema con la mala intención de hacernos polvo el happy end”.
Cuando pasa algún tiempo de la desaparición de un personaje crítico con el statu quo me gusta recrear en mi mente qué habría dicho hoy sobre los acontecimientos que estamos viviendo ahora. ¿Qué pensaría Vázquez Montalbán sobre Donald Trump? ¿Y sobre el actual procés en la Catalunya que el vivió? ¿Y sobre Pedro Sánchez? ¿Y sobre Podemos o Ciudadanos? ¿Y sobre Messi?
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