La industria de la moda se ha convertido en las últimas décadas en una de las más importantes del comercio internacional. Paralelamente, se ha demostrado y denunciado que innumerables marcas están involucradas en prácticas injustas en lo que se refiere a la mano de obra que emplean pata fabricar sus prendas a lo ancho del planeta. Deslocalizan su producción, pero se aprovechan de las condiciones económicas más ventajosas para sus intereses, olvidándose de los derechos fundamentales de sus trabajadores.
Al hilo de esta realidad, numerosas organizaciones no gubernamentales y fundaciones han dedicado sus esfuerzos durante los últimos años a concienciar a la ciudadanía de esta injusticia y a tratar de distinguir entre marcas respetuosas con los derechos de sus trabajadores y del medio ambiente y las que no lo hacen. En otras ocasiones, en Solasean ya nos hemos hecho eco de otras campañas que buscan el mismo objetivo, como Ropa Limpia de Setem Hego Haizea
Hoy traemos a esta sección el surgimiento hace dos años de una etiqueta que permite acreditar aquellas marcas que, una vez sometidas favorablemente a una auditoría por parte de una consultora, pueden asegurar que ni ellas ni sus proveedores han empleado mano de obra infantil para producir sus prendas. La organización que se encuentra detrás de esta etiqueta es Child Labor Free, una entidad sin ánimo de lucro neozelandesa que está creada por diseñadores como Hailwood, Kate Sylvester o Stolen Girlfriends Club, el apoyo de UNICEF y de la agencia de publicidad Saatchi & Saatchi.
Ir a la iniciativa: Child Labor Free
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