La imagen está obtenida en El Cairo, en el verano de 2013. Mujeres partidarias del derrocado presidente Morsi gritan desconsoladas contra el ministro de defensa que encabezó el golpe de Estado contra los Hermanos Musulmanes. Sólo en el distrito de Nasr City se desarrollaron protestas a favor de los depuestos. La instantánea refleja con sentimiento los momentos de tensión que vivió el país en aquellos días de manifestaciones y consignas.
Hacía sólo dos años (abril de 2011) que el autor de la fotografía había sido retenido por las tropas leales a Gadafi junto a la localidad libia de Brega. Manu Brabo marchaba junto a dos reporteros estadounidenses y a uno sudafricano en un coche que quedó destrozado tras la operación. El periodista africano murió en los hechos. El fotoperiodista aragonés quedó liberado mes y medio después. Entre los muchos premios recibidos guarda con mejor recuerdo el Premio Pulitzer que le concedieron en 2013 por su trabajo en la guerra de Siria. Pero se ha movido por otros muchos conflictos y desastres que asolan nuestro mundo.
En las últimas semanas transita por distintas salas exponiendo su trabajo a través de la fotografía en algunos de esos conflictos. Lo ha denominado Un día cualquiera. Para él, “si no hicieran ese trabajo las cosas serían todavía más jodidas para esa gente”. En muchas ocasiones le ha tocado estar en situaciones rodeado de cadáveres o contemplar escenarios límite, que lo único a lo que ayudan –dice Brabo– es a gestionar el miedo y de esa forma poder quedarse en los sitios más calientes. Una reflexión que parece demasiado dura y fría, pero que sólo se puede contar así si lo que has vivido supera lo humanamente soportable.
Deja una respuesta