Fernando Soler (El Salto)
La aprobación definitiva de la LORE, además de una salida legal y humana a situaciones de extremo sufrimiento condenadas hasta ahora a la indignidad, supondrá un cambio de paradigma ético de enorme calado social.
La Proposición de Ley Orgánica de regulación de la eutanasia (LORE), aprobada por amplia mayoría en el Congreso de los Diputados y actualmente pendiente de consideración por el Senado, pondrá fin a la anomalía democrática que suponía un poder legislativo ajeno y sordo a la demanda sostenida de la ciudadanía que, por amplísima mayoría, se manifiesta desde hace décadas a favor de despenalizar la eutanasia.
La aprobación definitiva de la LORE, además de una salida legal y humana a situaciones de extremo sufrimiento condenadas hasta ahora a la indignidad, supondrá un cambio de paradigma ético de enorme calado social. Rompiendo abiertamente con la tradición paternalista-autoritaria que desde hace siglos ha considerado la vida un bien absoluto e intocable cuya propiedad nos era ajena, nuestro ordenamiento legal se aleja un poco más de la tutela moral que, durante esos siglos, vienen ejerciendo las religiones —incluso por la fuerza— sobre las sociedades civiles. No resulta exagerado afirmar que tras la entrada en vigor de la LORE seremos, como sociedad, más libres al disponer de un nuevo derecho civil que nos colocará […]
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