Si observamos esta imagen y tratamos de describirla de forma fiel, podemos decir que, seguramente, la escultura muestra un grupo de personas que debaten, tumultuosa y acaloradamente, sobre alguna cuestión que les incumbe, e incluso les preocupa. Y lo que parece obvio, a tenor del agua que cubre la escena, es que dicha discusión les ha pillado con el “agua al cuello”, nunca mejor dicho. Por supuesto, todos son hombres de cierta madurez, y también todos los que podemos distinguir visten con traje gris y corbata. ¿De qué estarán discutiendo?
Son muchas e inmensas las preguntas que nos podemos hacer contemplando las obras que Isaac Cordal dedica a la especie humana a lo largo y ancho del planeta. El creador nos interpela sobre el poder, los políticos, la ciudadanía, el capitalismo, nuestros líderes… y lo hace de una forma tan crítica y provocadora que no nos deja nunca indiferente. La escultura que encabeza este artículo se sitúa en la plaza Gendarmarkt de Berlín, y aunque en las redes sociales se le ha bautizado de modo muy inteligente “Políticos discutiendo el calentamiento global”, su título original es “Campaña electoral”. La obra pertenece a una gran serie de figuras de cemento denominada “Follow the leaders”, ubicadas en entornos urbanos y de pequeño tamaño. Algunas esculturas a penas sobrepasan los 15 centímetros.
La mayoría de estas figuras representan a hombres trajeados en lugares cotidianos de nuestras ciudades y contienen un doble sentido. Sus críticas están, a la vez, cargadas de humor y de denuncia. Sus recurrentes temas, como el cuestionamiento del progreso o el escepticismo por el futuro, ponen en la palestra en muchas ocasiones la labor de la clase política e ilustran, de forma corrosiva, una realidad cuya legitimidad se encuentra en entredicho.
Tiene su gracia porque Cordal es un artista gallego clavado en el presente, con el privilegio de entenderlo y mostrárnoslo de forma pedagógica y amable. “Sigamos a los líderes”, reza el título de esta serie de esculturas que incluyen la de la imagen. Las obras de este artista son la clara representación de una clase dirigente que atraviesa una de las mayores crisis de confianza que hemos conocido nunca. La incesante aparición de casos de corrupción, y la toma de este asunto como tema de escarnio y desprestigio mutuo entre los profesionales de la política, presagia un incierto futuro en el que la credibilidad va a estar más en juego que nunca.
Deja una respuesta